El estudio de suelos de la región, que ejecuta el INTA Alto Valle en conjunto con el Instituto de Suelos del INTA Castelar, y con financiamiento del Consejo Federal de Inversiones, finalizo su primera etapa.Los resultados del análisis basado en el estudio de los suelos en 1.000 Ha del alto valle, indican que solo un 35 % de la superficie muestreada se encuentra en optimas condiciones para la producción frutícola.
El proyecto se conforma como el primero destinado al análisis de las superficies productivas de la región, y establece un dato llamativo para el sector. Mas allá de esto, la iniciativa se encuentra en una etapa inicial, y se destaca como primordial el inicio de la segunda etapa del relevamiento.
Técnicos y especialistas encargados del análisis resaltaron su importancia para entender cuál debe ser el manejo adecuado que debe tener cada uno de los suelos reconocidos, y así desarrollarlos adecuadamente.
El estudio se realiza en dos áreas pilotos de 1.000 hectáreas cada una a escala 1:10.000 en el Alto Valle del Río Negro. Estas áreas son delimitadas de acuerdo al estado de la producción.
Mas allá de la necesidad de continuar con las siguientes etapas del proceso, llama la atención el hecho de que el 65 % de la superficie analizada hasta el momento tenga limitantes que impidan su desarrollo efectivo, estando en un región donde históricamente los cimientos de la actividad productiva se centraron en las condiciones agro climáticas de excelencia que se encuentran.
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